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De día en día
Devotional: December 20th

“Cristo amσ a la iglesia, y se entregσ a sν mismo por ella”

( 5:25).

La iglesia ocupa un lugar de suma importancia en la mente de Cristo, y debe ser extremadamente importante en nuestra estima tambiιn.

Sentimos su importancia por el espacio prominente que se le da en el Nuevo Testamento. Tambiιn reclamσ un lugar significativo en el ministerio de los apσstoles. Por ejemplo, Pablo hablaba de su doble ministerio: predicar el evangelio y dar a conocer la verdad de la iglesia ( 3:8-9). Los apσstoles hablaban de la iglesia con un entusiasmo que extraρamente se ha perdido en nuestros dνas. Dondequiera que iban establecνan iglesias, mientras que la tendencia en nuestros dνas es la de comenzar organizaciones cristianas.

La verdad de la iglesia formaba la piedra final de la revelaciσn bνblica (Colossians 1:25-26). ιsta fue la ϊltima doctrina importante que se revelσ.

La iglesia es una enseρanza objetiva para los seres angelicales ( 3:10). Aprenden por medio de ella lecciones extraordinarias acerca de la multiforme sabidurνa de Dios.

La iglesia es la entidad sobre la tierra que Dios ha escogido para propagar y defender la fe (1 Timothy 3:15). Se refiere a ella como columna y baluarte de la verdad. Aunque podemos agradecer a todas aquellas organizaciones paraeclesiales que se han dedicado a diseminar el evangelio e instruir a los creyentes, la verdad es que ellas cometen el error de tomar el lugar de la iglesia local en las vidas de sus miembros. Dios prometiσ que las puertas del Hades no prevalecerνan contra la iglesia (Matthew 16:18), pero no dio esta promesa a las organizaciones cristianas.

Pablo se refiere a la iglesia como la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo ( 1:20-23). En gracia maravillosa, la Cabeza no se considera completa a sν misma sin Sus miembros.

La iglesia no es solamente el cuerpo de Cristo (1 Corinthians 12:12-13); es tambiιn Su novia ( 5:25-27, Efe 5:31-32). Como cuerpo, es el vehνculo a travιs del que escoge representarse a Sν mismo al mundo en esta ιpoca. La novia es el objeto especial de Su afecto, y la estα preparando para que comparta Su reino y gloria.
Por todo lo dicho, estamos obligados a concluir que la asamblea mαs dιbil y pequeρa de creyentes significa mαs para Cristo que el imperio mαs grande de este mundo. ιl habla de la iglesia con tιrminos de tierno cariρo y dignidad ϊnica. Tambiιn concluimos que un anciano en una asamblea local significa mαs para Dios que un presidente o un rey. No hallamos muchas instrucciones en el Nuevo Testamento acerca de cσmo debe ser un buen gobernante, pero se dedica espacio considerable a la obra de un anciano.
Si alguna vez llegamos a ver a la iglesia como el Seρor la ve, esto revolucionarα nuestra vida y ministerio.